jueves, febrero 28, 2008

Una pionera del management...en 1920

por landi

¿Quién dijo que hace cien años las mujeres sólo se ocupaban de las tareas del hogar? Adelantada a su tiempo --hoy hay pocas mujeres en las empresas, imaginen entonces--, Mary Parker Follett (1868-1933)desarrolló su trabajo estudiando organizaciones allá por 1920.

Su trabajo también se anticipó a su tiempo, y en una época donde el trabajo parecía ser el de engranajes de un mecanismo perfecto y automatizado, habló de procesos creativos, trabajo en equipo, redes y hasta empowerment. Muchos especialistas de management contemporáneos han destacado el valor fundacional de sus aportes, y hasta la universidad de Harvard publicó el libro "Mary Parker Follett: profeta del management" (Pauline Graham, Ed. Boston: Harvard Business School Press, 1995).

"Creo en las personas aprendiendo a controlar sus propias vidas. Y en ningún otro lugar veo una aceptación tan completa de esta idea que en el pensamiento de negocios."

En 1933 presentó en la London School of Economics una serie de papers en los que explica su pasión por la administración de negocios: "Ante todo, es entre los hombres de negocios (no todos, pero algunos) que encuentro el pensamiento más vital de hoy, y me gusta desarrollar mis ideas donde están más vivas. Otra razón es que la industria es el campo más importante de la actividad humana, y el management es el elemento fundamental de la industria. La tercera razón por la trabajo en la administración de negocios es porque creo en el control (...) Creo en las personas no confiando en la imagen, la suerte, las herencias o el entorno, sino aprendiendo a controlar sus propias vidas. Y en ningún otro lugar veo una aceptación tan completa de esta idea como en el pensamiento de negocios."

Con respecto al poder, escribió cosas que aun hoy suenan modernas en muchos entornos de negocios: "No creo que el poder pueda delegarse porque creo que el poder genuino es capacidad. Darle poder a los trabajadores puede ser un gesto vacío (...) El problema es cuánto poder pueden desarrollar por sí mismos. (...) El lugar de los gerentes es el de darle a los trabajadores la oportunidad para desarrollar su propio poder."

Hoy mismo podría ser una pionera. ¿Cuántas gurú del management mujeres conocés?

martes, febrero 26, 2008

Mucanomics

por danila

Escucho hablar a mujeres profesionales acerca de "la mucama" y me escandalizo. Me cuesta creer, por un lado, la explotación. Por el otro, no comprendo cómo perpetúan la relación empleadora-empleada a pesar de que -guiándome por la cantidad de veces que "la mucama" es el eje de su quejas- no están satisfechas. ¿Por qué siguen insistiendo en contratar a una mucama si la cosa evidentemente no les funciona?

La relación entre la mujer casada -sobre todo con hijos- y la mucama es un caso lose-lose (ambas partes pierden): las mucamas ganan poco (y sus empleadoras consideran que ganan demasiado); no tienen vacaciones (y sus empleadoras consideran que "desaparecen cuando se les canta"); deben asumir más responsabilidades que casi cualquier otro trabajador de su mismo nivel de educación (y sus empleadoras se quejan de que no saben hacer nada).

2 de cada 10 mujeres asalariadas en la Argentina, son empleadas domésticas. De ellas, un tercio son jefas de hogar, es decir, el principal sustento de sus familias... ¡! A pesar de representar tan significativa porción de la fuerza de trabajo, el personal doméstico está excluído expresamente de la Ley de Contrato de Trabajo (artículo 2). La actividad está regida por el decreto 326-56 del gobierno de Perón, desconocido por la mayor parte de los empleadores. Aquel viejo decreto también muestra la discriminación enquistada en la sociedad con respecto al trabajo de los empleados domésticos (mujeres, en 90% de los casos): no contempla licencia por maternidad.

¿Cuál es el efecto de estar fuera del sistema? Por un lado, y a pesar de los esfuerzos de la AFIP, más de 90% de las empleadas domésticas están en negro y sin obra social ni beneficios. 79% de las mucamas tienen un sólo empleador y 91% trabajan más de 6 horas semanales para ese único empleador de cuya buena voluntad (y arbitrareidad) dependen las condiciones laborales.

Por otro lado -y esta es la parte que más me choca- está la cantidad de responsabilidades y tareas que se asigna a las mucamas, sobre todo las que están con "cama adentro". Todo por la misma suma que se le pagaría si se limitaran a limpiar la casa. Estas son algunas de las cosas que se espera de "la mucama":

- Que limpie la casa
- Que cocine
- Que haga las compras
- Que cuide a los chicos
- Que lleve y busque a los chicos en el colegio
- Que pague las cuentas en el Pago Fácil
- Que saque a pasear el perro
- Que atienda el teléfono y anote los llamados
- Que cuide las plantas del jardín/ balcón

Desde 2004, los empleados domésticos tienen un salario mínimo regido por el Ministerio de Trabajo. Segun las últimas disposiciones, la empleada que trabaja 8 horas por día y no pernocta en la casa de su empleador, debe cobrar en la categoría más baja un mínimo de $830 (que deberá subir a $906 en marzo). He escuchado a potenciales empleadoras quejarse de que sus mucamas le pedían más de $700 mensuales. He leído en blogs y foros que en algunos lugares del interior no pagan más de $400 por el trabajo full-time. Personalmente creo que las tareas mencionadas deberían cotizarse a no menos de $3000 mensuales (mucama + niñera + cocinera + paseadora de perros + jardinera + cadete + secretaria). Si además el trabajo fuera "cama adentro", por resignar la vida propia a cambio de un cuartucho yo cobraría tres veces más!

Claro, quien está dispuesto a cobrar los $400 o $700 mensuales a cambio de todas esas responsabilidades y arduas tareas, sin duda es alguien con poca educación y posibilidades de hacer otra cosa. De hecho, 80% de los empleados domésticos tienen secundario incompleto o menos. Y entonces después sus empleadores -quienes no sometieron a sus candidatos a ninguna prueba ni exigieron cierto nivel de educación, sino que se conformaron con unas referencias acerca de su "confianza"- se quejan de que no hacen bien las cosas. Y, claro...

Es un contrato raro, sin límites ni especificaciones, que es de hecho una delegación de la vida y de las responsabilidades propias sobre la casa y los hijos. Y ahí viene el otro gran tema...

Falta resolución de la división de tareas en las parejas. Las mujeres profesionales, en la mayoría de los casos, trabajan a la par de los hombres. Pero las responsabilidades sobre el hogar y los niños suele quedar del lado de las mujeres, por lo cual su carga total (trabajo + hogar + crianza) es claramente superior. Ergo, la mucama. Ergo, la disconformidad (por todos los temas que expliqué antes).

La culpa es tanto de los hombres como de las mujeres, y creo que es más de las mujeres que se sienten con el mandato social de hacerse cargo de todo. Forget it! Compartir las responsabilidades y tareas es más eficiente y mucho más satisfactorio. A los escépticos les digo que es posible: en mi casa funciona. No tenemos chicos todavía pero ya hay un patrón de compartir las tareas del hogar que permite predecir cómo funcionarán las cosas con chicos. Y no saber no es una excusa... yo aprendí a cocinar y a planchar luego de casada (Cristian ya sabía porque había vivido solo de soltero).

Mi recomendación: tomar el control del hogar, compartiendo tareas en la pareja y delegando solo lo necesario a terceros; ser creativos en encontrar soluciones que dejen satisfechos a todos y participar a toda la familia en el proceso; programar cómo va a ser el cuidado de los chicos en pareja y adecuar los trabajos de ambos; aprender y animarse a cocinar, limpiar y lavar (como hace la clase media en cualquier lugar de primer mundo!); pagar bien a las personas contratadas, en blanco y otorgando beneficios - a la larga, va a ser mejor para todos.


(Los datos estadísticos los saqué de un informe muy bueno que publicó el Ministerio de Trabajo en 2005: Situación Laboral del Servicio Doméstico en la Argentina)

sábado, febrero 09, 2008

Kiyosaki en contra de la empresa propia

por danila

Admito que lo comencé a leer con la aprensión de que era un bestseller. Lo compré solamente como parte de la investigación para el libro que estoy escribiendo con landi. ¡Pero me sorprendió positivamente! Se trata de "Padre Rico, Padre Pobre" de Robert Kiyosaki, norteamericano que ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo, incluyendo la Argentina. Hace un año y medio ya había agotado 100.000 ejemplares en nuestro país, segun este artículo publicado en Clarín.

Los consultores y gurúes yankees habitualmente pregonan que la empresa propia es el camino a la riqueza ("nadie se hace rico trabajando para otros"). Pero Kiyosaki dice:

"No alentaría a nadie a que comenzara su compañía a menos de que realmente quiera hacerlo. Sabiendo lo que sé sobre dirigir una compañía, no desearía esa tarea para nadie. Existen ocasiones en que las personas no pueden encontrar un empleo y en que fundar una compañía es una solución para ellos. Las probabilidades de éxito son reducidas: nueve de cada diez compañías fracasa en los primeros cinco años. De las que sobreviven los primeros cinco años, nueve de cada diez también fracasan más adelante. Por eso, sólo recomendaría que usted creara su compañía si realmente tiene deseo de poseerla."

Lo que recomienda Kiyosaki es hacer negocios, no montar una empresa. Es decir, no dejar que el dinero que ingresa a nuestro patrimonio, vuelva a salir. Al contrario, concentrarse en invertir cada dólar que se tiene y no caer en la trampa de ir aumentando el nivel de vida (y de gastos) en la medida en que aumentan los ingresos. Recomienda salir a buscar dinero pero no para montar una empresa sino para hacer que el dinero trabaje para uno. El dice que armó su fortuna de la nada, comprando propiedades por el valor del depósito inicial y revendiéndolas (las malas lenguas dicen que se hizo millonario gracias a los libros y que antes no tenía un mango...).

Hace unos años, un amigo de mi esposo estaba andando en bicicleta por San Pedro cuando se detuvo en la barranca que da sobre el río Paraná y vio que ahí había terrenos baldíos y casas precarias. Pensó: "¡Esta visa al río vale una fortuna!" Pero nadie todavía se había dado cuenta de lo mismo y el país recién comenzaba timidamente a recuperarse de la gran crísis de 2001. Por ese entonces, vivía todavía con sus padres y tenía unos ahorros de su trabajo. Compró un terreno. Hoy San Pedro está en medio de un boom inmobiliario, con los precios por las nubes. Hace poco pasamos un fin de semana en el nuevo hotel Howard Johnson Marina, digno de competir con cualquiera del Caribe. ¿Nuestro amigo? Vendió su terreno por cinco veces el valor al que lo compró. Esa es la forma, segun Kiyosaki, de hacerse rico.

Más allá de hacerse rico o no hacerse rico, creo que hay otro factor más a tener en cuenta: la relación de dependencia no se rompe con la empresa propia. Ayer hablaba por teléfono con un amigo que tiene su propio estudio profesional. Le va muy bien, pero trabaja como loco. Me dijo: "A veces me dan ganas de mandar los clientes a la mierda." Le pregunté si alguna vez lo hace y me dijo que no, pero que "al menos tengo la ilusión de que lo puedo hacer si quiero." ¡Es lo mismo que dicen quiénes trabajan para otros! Dicen: "Cualquier día de estos, renunció y me voy a la mierda."

Tener una empresa propia te genera dependencia con tus clientes y con tus empleados. No podés dejar de trabajar porque si lo hacés perdés tu reputación y nadie te volverá a contratar. No lo podés hacer porque no tendrás con que pagar los sueldos y los alquileres.

En este blog fomentamos a los emprendedores y a los hacedores; nos encantan las ideas innovadoras de negocios. Pero resulta sensato saber de ante mano en qué nos estamos metiendo y tener en cuenta que, si lo único que se pretende es hacer dinero, puede haber otros caminos. Si, en cambio, lo que se tiene es una idea por la cual se siente pasión, ganas de hacer una diferencia en el mundo, implementar un proyecto, etc., entonces sí puede ser que valga la pena asumir los obstáculos de la empresa propia para cosechar los frutos de la idea hecha realidad. Si te va bien, también podrás hacerte de unos buenos billetes.

viernes, febrero 08, 2008

Alquileres: ¿un trampa para emprendedores?

por landi

Hace poco recibimos una queja enojada por una estimación de alquiler en uno de los fascículos "Negocios para armar" que publicamos con la revista Clarín pymes. El lector argumentaba que era imposible que en un lugar comercial el alquiler de un local de costara $1500.

Su queja parecía más un reclamo desde su experiencia personal que desde el mercado. Un par de búsquedas en Internet o diarios nos muestran que hay cientos de locales a esos valores.

El problema es que también hay otras exorbitántemente mayores.

Se sabe que el éxito de los comercios minoristas depende de su "Ubicación, ubicación, ubicación" -como dice una de las máximas empresariales de negocios al público-, pero parece que esto también lo saben los dueños de locales que piden cifras imposibles. En muchos casos, los valores de alquileres pedidos por ciertos locales vuelven no rentables a la mayoría de los emprendimientos comerciales. Poner un local para trabajar un tercio de los días para pagar impuestos y otro tercio para pagar alquiler vuelve inviables muchísimos proyectos.

Una buena razón para planificar y hacer unas cuantas cuentas antes de tomar un compromiso de alquiler. Y a buscar opciones menos céntricas o más pequeñas donde los números cierren.

En tiempo de alquileres complicados, la máxima debería ser "ubicación, ubicación, ubicación... al precio justo".

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